Judit Pladevall
Decidí venir a Ottomaring porque había algo en mi corazón que me hizo dirigirme hacia su dirección. Llegué sin saber dónde viviría o que haría exactamente o cómo me sentiría. Desde el primer momento me sentí en casa, todos se tomaron el tiempo para mirarme a los ojos, y cada persona que encontraba en las calles de Ottmaring me preguntaba si todo estaba bien. Sentía como todos en la comunidad me cuidaban. Me sentí en casa.
Gracias a que vine aquí pude descubrir lugares diferentes como: Munic, Augsburg, Friedberg, Ottmaring, Dahau, Reyensburg, Walhalla, Partnachklamm, Eibsee y ¡todo lo mejor de Alemania! Más que nada, descubrí el Movimiento Focolare, la diversidad de la religión y mejor entendimiento entre la vida de Chiara Lubich, algunos aspectos culturales, la comida típica de Alemania, un poco del idioma y la historia del país. Esto para mi, es la mejor manera de descubrir al país y a su gente. Estoy muy agradecido.
La primera semana fue de adaptación y descubrimiento de contexto. También empezamos a preparar nuestro proyecto llamado Hablamos Inglés para jóvenes interesados en mejorar su inglés durante las vacaciones de Pascua. Vivimos dos días en comunidad como una familia. Fue una experiencia muy bonita y pude compartir la Pascua con Ester, Brigit, Peter y todos los jóvenes.
El otro Proyecto grande en el cual participé fue el Seminario Paar en Johannisthal. Tuve la oportunidad de trabajar con Ulrike. Juntos organizamos la vivienda para los niños. Fue asombroso descubrir la relación entre los padres e hijos.
También participé en algunos momentos de deportes locales. Descubrí las familias de Ottmaring, el trabajo interesante de funktionlaoptometrie, las diferentes escuelas que podía visitar y ayudar a la comunidad. ¡Fueron muchas cosas!
Me encantó lo verde del país, la armonía de las canciones de las aves y el respeto, la confianza y el amor que recibí de todos.
¡Lo único que puedo decir es DANKE SCHON!
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